...,una Belga y una Holandesa...
Estas fueron las nacionalidades de las féminas que pudieron disfrutar de Los Pitillo.
El periplo comenzó el sábado a las 5 de la tarde cuando Natalia nos llevó rauda al aeropuerto, allí tras la despedida a embarcar y vuelo tranquilo hasta Colonia.
La cosa se torció un poco al no poder pillar un coche de alquiler nada más llegar, cosa que se subsanó al día siguiente.
Nos recibió María, con un rápido aleccionamiento fuimos capaces de desenvolvernos por todos los transportes germanos sin pagar ni un duro, así que pillamos bus, tranvía y a casa. Allí supercena de lujo y a dar una vuelta al pub del barrio, el mítico underground.
Al día siguiente madrugón, desayuno germano y odisea hasta encontrar el carro, una vez conseguido, el primer objetivo, adquirir vianadas, refrigerios y cerveza, luego: Aquisgrám. Allí nos recibió Carlomagno y pudo disfrutar de unas pocas notas pitillas.
Paseo por la ciudad, degustación de cervezas y gastronomía y vuelta para Colonia.
Allí nos esperaba una sorpresa , un colega de estas tierras, daba un concierto en Colonia, Fermín Mugurutza, la pena fue que no debió sera avisado de nuestra presencia y tuvimos que ver la actuación desde el exterior, acompañados de unas Kolsh deluxe y dialogando con los presentes tanto germanos como vascos.
No acabaron ahí las sorpresas, fuimos invitados de honor en una fiestaza universitaria, dónde la concurrencia no paró de preguntar e interesarse por todo lo tocante a nuestra cultura y a nuestras propias personas.
Acabada la noche un tentenpié y a la cama, que el día siguiente era intenso.
Otro madrugón y desayuno germánico,
Nos encaminamos hacia Lieja, preciosa ciudad, cuya belleza tocó techo cuando sonaron las canciones de los Pitillo, en la plaza mayor junto a la catedral:

Luego partimos para Mastrich, o como se escriba, visita a los lugares típicos del lugar, adquisición de souvenirs y regreso a Colonia, donde nos esperaba una cena típica de la tierra, con su codillo, su cerveza y demás...
Después vuelta por los bares de la zona, espantada de María y Rubén, que nos obligó a Diego y a mi a volar solos y a recurrir a nuestro don de lenguas.
Al tercer día otro madrugón, visita a un mercado de trastos en busca de instrumentos, que había, pero que eran caros y regreso a España con gran suerte debido a lo cerca que estuvo el avión de despegar sin nosotros...
Perdonad por la chapa y un saludo a todos.
Ismael. Bombero Pitillo.
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