VOLVIENDO A LOS ORÍGENES...

Como solo los más ancianos del blog sabréis, Los Pitillo rompieron el cascarón del mundo artístico como "Los Pitillo Toreros", con sus trajes de luces, sus monteras y como no, sus dulzainas, tambores y bombos. Ya quedaba lejos el último encontronazo de estos pedazo de artistas con el mundo del toreo (desde la capea de Quijorna, si no recuerdo mal). Asín ke, con sus espíritus de matadores de toros, una avanzadilla de Los Pitillo salieron rumbo a Ciudad Rodrigo (Miróbriga en tiempos del gran Chero), al "Carnaval del Toro". Isma y su bombo, el piojo y Diego, dulzainas en mano, y el Nebre como caja titular en esta aventura. En Salamanca cogieron a la más reciente incorporación del grupo, Javi Pitillo, también a la dulzaina.
A eso de las doce de la noche llegaron los Pitillo al Carnaval del Toro. La temperatura, bajo cero. Un bocanti, unos Zepelines a la velocidad del rayo y se acabó el pasar frío. Había verbena en la carpa, y como llovía a mares, Los Pitillo deciden regalar a las mirobrigeñas unas horas de su maravillosa presencia. Allí, una verbena ke no estaba mal (mu rockera ella) y chicas por dokier ke no lograban decidirse por ninguno de Los Pitillo. Ante la indecisión de las autóctonas, se van a los bares, y mientras bailaban, se vio la señal. Empezó a nevar, copos como puños, como ni los más viejos del lugar conocían. Y los Pitillo entendieron, era la señal del cielo para ir a por los instrumentos, para armonizar el "Carnaval del Toro". Y empezó la fiesta, desde ese mismo instante no pasó un minuto sin jotas, pasacalles, reboladas, pasodobles.... todo con dos voces perfectamente conjuntadas y magistralmente dirigidas por los precisos golpes de bombo y caja. Y mañana sigo ke son las 22:30 y toca hexacorde.
Un saludo

Diego Pitillo, dulzainero herido de los Pitillo.