Siguiendo con la crónica de Cheste
Y ya lo dicen los moros, si Mahoma no va a la montaña…. Pues la zona en cuestión no aparecía, todo era un maremagnum de cuero y goma quemada. Asín ke los Pitillo trajeron la montaña. Desenfundaron sus armas y dispararon sus sones. Y poco a poco, las notas se colaban entre el ruido de los motores, los redobles empezaban a retumbar en los oidos sordos de los moteros… y el ruido cesó. Y empezó la música. Pronto los Pitillo se vieron otra vez rodeados de cientos de seguidores ke bailaban las canciones de la Tierra del Cid (otra vez se conquistó Valencia, aunque esta vez la Tizona tenía más de flauta ke de espada). Y llegó su momento, un bar entero bailando al son del pasodoble. Incluso los Pitillo bailaron con unas preciosas damiselas, aunque, en un exceso de caballerosidad, las dejaron escapar vivas. La noche acabó, pero no así la actuación de los Pitillo. Animados por el jolgorio de los moteros ke kedaban, se pusieron a dar unas dianas memorables, unas dianas tan memorables ke acabaron en el escenario donde unas horas más tarde iban a tocar los míticos “Obús”. Gracias al buen hacer de Luis Pitillo, se organizó una nudituta que terminó con las pocas energías ke les kedaban a los Pitillo. El sábado se pasó rápido con los entrenamientos. Luego, salir un poco (para dar una nueva oportunidad a las damiselas de encontrar a los Pitillo) y a la cama temprano. El domingo los Pitillo ceden el protagonismo a las motos, ke se convierten en las reinas indiscutibles de la jornada. La crónica de la carrera la podeis buscar en dicelared.com. Y esto es todo, keridos blogeros, el fin de semana dio a su fin y los Pitillo se retiraron a descansar. Todavía una semana de duro trabajo hasta la próxima actuación…. el domingo, bautizo de Almu…
Diego Pitillo
Dulzainero de los Pitillo
PD.- ha llegado hasta mis manos un boceto del ke probablemente será el cartel anunciador del GP de Valencia 2004.
Cartel GP Valencia 2004
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